Jean-Paul Sartre: existencia y subjetividad.
El existencialismo ateo que yo represento es más coherente. Declara que si Dios no existe, hay por lo menos un ser en el que la existencia precede a la esencia, un ser que existe antes de poder ser definido por ningún concepto, y que este ser es el hombre, o como dice Heidegger, la realidad humana. ¿Qué significa aquí que la existencia precede a la esencia? Significa que el hombre comienza por existir, se encuentra, surge en el mundo, y que después se define. [...] El hombre no es otra cosa que lo que él se hace. Éste es el primer principio del existencialismo. Es también lo que se llama subjetividad. [...] Porque queremos decir que el hombre empieza por existir, es decir, que empieza por ser algo que se lanza a un porvenir, y que es consciente de proyectarse hacia el porvenir. El hombre es ante todo un proyecto que se vive subjetivamente, en lugar de ser un musgo, una podredumbre o una coliflor; nada existe previamente a este proyecto; nada hay en el cielo inteligible, y el hombre será ante todo lo que habrá proyectado ser.
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El existencialismo es un humanismo, Huáscar, Buenos Aires 1972, p.15 -16.
Preguntas sobre el texto:
1. Desarrolle un análisis de la frase “el hombre no es otra cosa que lo que él se hace”. Integre en su análisis el concepto de ‘esencia’, ‘existencia’ y ‘proyecto’.
2. ¿De qué modo se podría refutar la frase que analizaron previamente? Construya un argumento para tal cometido.
La cuestión más urgente.
Existe un solo problema filosófico verdaderamente serio: juzgar si la vida merece o no merece ser vivida. Lo demás, por ejemplo, si el mundo tiene tres dimensiones, si el espíritu tiene nueve o doce categorías, son cuestiones secundarias. Son un juego. Antes hay que responder… Yo nunca he visto morir a un hombre por defender el argumento ontológico. Galileo, a pesar de que había descubierto una verdad importante, abjuró de ella muy fácilmente apenas vio en peligro su vida. En cierto sentido, hizo bien. La verdad es que esta verdad no merecía que aceptase la hoguera. Es completamente indiferente cuál de estos dos, la Tierra o el Sol, es el que gira alrededor del otro. Se trata de una cuestión realmente fútil. Pero veo, por el contrario, que muchas personas mueren porque juzgan que la vida ya no es digna de ser vivida. Y, paradójicamente, veo a otros que se hacen matar por ciertas ideas –o ilusiones- que constituyen su razón de vivir (lo que se llama una razón para vivir constituye, al mismo tiempo, una óptima razón para morir). Por tanto, pienso que el sentido de la vida es la cuestión más urgente.
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El mito de Sísifo. Albert Camus.
Preguntas sobre el texto:
1. Considerando lo discutido en torno a las fuentes de sentido y a la pregunta por el sentido, intente explicar la siguiente frase: “Lo que se llama una razón para vivir, constituye, al mismo tiempo, una óptima razón para morir”. Elabore un ejemplo desde su propia experiencia cotidiana para sustentar su explicación.
1. Considerando lo discutido en torno a las fuentes de sentido y a la pregunta por el sentido, intente explicar la siguiente frase: “Lo que se llama una razón para vivir, constituye, al mismo tiempo, una óptima razón para morir”. Elabore un ejemplo desde su propia experiencia cotidiana para sustentar su explicación.
El Sentido como Orientación.
¿Por qué no renunciar a todo hacer y dejarme morir? Pero hasta para resolver dejarme morir tengo que motivar mi resolución, tengo que estar orientado sobre mi vida: sólo así “tendrá sentido” tal decisión; supone haberme convencido que es mejor morir que vivir. Pero esto, a su vez, implica que estoy ya perfectamente orientado sobre la vida, esto es, que sé lo que es la vida y todo en ella.
No se puede vivir sin una interpretación de la vida. Es esta una extraña realidad que lleva en sí su propia interpretación. Esta interpretación es, a la par, justificación. Yo tengo, quiera o no, que justificar ante mí cada uno de mis actos. La vida humana es, pues, a un tiempo delito, reo y juez.
Es, pues, para el hombre imposible estar sin una orientación ante el problema que es su vida. Precisamente porque la vida es siempre en su raíz desorientación, perplejidad, no saber qué hacer, es también siempre un esfuerzo por orientarse, por saber lo que son las cosas y el hombre entre ellas.
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Unas lecciones de Metafísica. José Ortega y Gasset.
Preguntas sobre el texto:
Encontrar o Hacer la Existencia.
La existencia humana, se nos dice hoy, es una realidad, que consiste en encontrarse entre las cosas y hacerse a sí misma, cuidándose de ellas y arrastrada por ellas. En este su hacerse, la existencia humana adquiere su mismidad y su ser, es decir, en este su hacerse es ella lo que es y como es. La existencia humana está arrojada entre las cosas, y en este arrojamiento cobra ella el arrojo de existir. La constitutiva indigencia del hombre, ese su no ser nada sin, con y por las cosas, es su consecuencia de estar arrojado, de esta su nihilidad ontológica radical.
Pero con esto no hemos hecho sino comenzar: ¿cuál es la relación del hombre con la totalidad de su existencia? ¿Cuál es el carácter de este su estar arrojado entre las cosas? ¿No es sino un ‘encontrarse’ existiendo? ¿Es sólo un ‘simple’ encontrarse o es algo más? ¿no será más honda y radical aún su constitutiva nihilidad ontológica?
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Naturaleza, Historia, Dios. Xavier Zubiri.
1. A su juicio, ¿cuáles son las principales “justificaciones” que los hombres y mujeres elaboran para orientar y dar sentido a su vida? Identifique al menos 3 y explique de qué manera estas interpretaciones proporcionan orientación a nuestra vida.
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